Correcto, así como suena, tengo una gaita asturiana en mis manos y me paso el día dando guerra a los joputas de mis vecinos.
Recuerdo aquellos tiempos en los que me bajaba la de arriba y se quejaba de que tocaba la flauta travesera en la siesta... Desde aquel día procuro tocar debajo de su habitación hacia las 15:30... y que venga a decirme algo por la gaita...
Si ya me avisaron en su tiempo... a los músicos siempre tocandoles las pelotas, al estilo Van Gogh, que quería ser el centro y nadie le hacía casoasí que se cortó una oreja para ver que pasaba...
Y así se quedó el hombre. Pero eso sí. consiguió lo que quería.
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4 comentarios:
mm.. genial, magnífico. Un testimonio arrollador, irracional y terriblemente pasional. Que desgarre, que torrente de emociones...
¿Puedes traducirme lo que dicen Van Gogh y la rubia frígida?
Chica: ¡Oh! es... ¿Qué es esto?
Van Gogh: Es mi oreja, ¿te gusta?... No te gusta.
Chica: No, si que me gusta, pero es que es... ¿Por qué tu oreja?
Van Gogh: Porque te quiero.
Chica: ¡Bien! Bueno así tendremos una historia divertida que contales a nuestros hijos.
Van Gogh: ¡Oh! ¿Tu quieres hijos?... Emmm... Ojala me lo hubieses dicho antes de prepararte esto.
Soy tu vecino. Que sepas que te he echado un mal de ojo y vas a cagar chinchetas. Aun así por si te gusta, cada vez que toques la gaita esa de los cojones, yo voy a encender mi martillo mecanico encima de tu cabeza a ver si se te cae el techo encima, so desgraciado. Pero por si te pones casco, que ya lo tengo todo controlado, he comprado el centro asturiano ese de los huevos y hemos cambiado las gaitas con las que tocas por otras que si subes te enseño.... NO A LA MUSICA! ¡VIVA LA CEGUERA! JAJAJAAJA.
pues a mí en casa me oían tocar el piano cuatro pisos arriba y cuatro pisos abajo. respetaba los horarios, pero aún así nunca ha bajado ni subido nadie a protestar :D y no es que toque bien precisamente....jaja.
un besito Dani!
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